Los intendentes del Conurbano que transitan su segundo mandato consecutivo analizan una nueva estrategia para sortear la ley que les impide avanzar hacia una nueva reelección en 2023.
En las últimas horas y tras algunas tensiones durante el cierre de listas, los jefes municipales reflotaron algunas ideas que se habían planteado meses atrás como posibles salidas de emergencia a la imposibilidad de reelegir.
La variante que analizan es renunciar en diciembre de este año, antes que se cumpla un mandato y medio para así, poder volver a presentarse a un nuevo mandato en 2023. De este modo, los intendentes dejarán su distrito en manos del primer concejal electo en la elección de 2019 y quedarían afuera del poder municipal solo dos años.
En rigor apenas quedarían afuera un año no electoral, toda vez que en 2023 volverían al ruedo en los primeros meses del año para recuperar protagonismo. Como sea, la idea es buscar un resquicio en la ley votada en 2016 por Cambiemos, el Frente Renovador y los propios intendentes.
Detrás de la movida asoman algunos episodios de tensión en algunos distritos con peso electoral durante el cierre de listas del sábado. Quizás el caso que tuvo mayor resonancia es Hurlingham donde Juan Zabalata se ubicó como primer concejal en la lista del Frente de Todos para enfrentar a otra lista interna que redactó La Cámpora.
Ese enfrentamiento fue desactivado el lunes en una reunión en la que participaron Zabaleta; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; Andrés Larroque y Martín Rodríguez, quien encabezaba la lista de agrupación kirchnerista.
Pero también hubo tensión en otros distritos como en Almirante Brown donde Mariano Cascallares no logró ubicar al primer concejal de su lista. Allí irá nada menos que José Lepere, número 2 de Eduardo Wado De Pedro en el ministerio del Interior. Ante ese escenario, Cascallares se ubicó en el primer lugar de la lista de diputados provinciales por la Tercera Sección.
En San Martín, Katopodis pudo frenar la avanzada sobre la lista de concejales porque allí La Cámpora está partida en dos sectores, uno que responde al ex diputado provincial, Lauro Grande, y otro que responde al economista Hernán Letcher. En las últimas horas del sábado, Katopodis cerró un acuerdo con Grande que le permitió frenar el desembarco del kirchnerismo.
El año pasado los intendentes estaban ilusionados con que la Justicia haga lugar a un eventual amparo que quite del camino la ley que les impide seguir presentándose a elecciones.
Luego de varios meses de rosca subterránea, los jefes territoriales del Conurbano habían conseguido el aval de Alberto Fernández, quien se pronunció en contra de la ley en un acto en Avellaneda.
Sin novedades durante 2020, este año el acuerdo se buscó con Máximo Kirchner. La entrega de la presidencia del PJ bonaerense al jefe de los diputados del Frente de Todos fue una especie de ofrenda para retener los distritos. Se habló de hacer caer la ley marzo, pero no sucedió. Luego se dijo julio pero tampoco sucedió. Una fuente del Conurbano se mostraba confiada de que salga en diciembre, en paralelo con la asunción de Máximo en el PJ bonaerense.
La ley fue aprobada en la Legislatura bonaerense en 2016 -a partir de un acuerdo entre María Eugenia Vidal y Sergio Massa- y limita la posibilidad de que un intendente, legislador o concejal se mantenga en el poder a solo dos períodos. Para eso se tomó como primer período el que transcurría al momento de votarse la ley: esto es, para el caso de los intendentes 2015-2019 y para los legisladores 2013-2017.
Así, todos los intendentes que asumieron en 2015 y que en 2019 fueron reelegidos deberán dar un paso al costado en 2023. Por supuesto, la mirada se posa en los distritos con mayor volumen electoral como los del Conurbano. Allí aparecen referentes importantes con varios años de mandato como Cascallares (Almirante Brown), Zabaleta (Hurlingham), Alejandro Granados (Ezeiza), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gustavo Posse (San Isidro).
Fuente: La Politica Online