Un exasesor espiritual del presidente Donald Trump y fundador de una megaiglesia de Texas se declaró culpable de cinco cargos de actos lascivos e indecentes con una menor, informaron las autoridades.
Robert Preston Morris, de 64 años, fundador de una megaiglesia de Texas se declaró culpable de actos lascivos e indecentes…
Un exasesor espiritual del presidente Donald Trump y fundador de una megaiglesia de Texas se declaró culpable de cinco cargos de actos lascivos e indecentes con una menor, informaron las autoridades.
Robert Preston Morris, de 64 años, se declaró culpable ante un juez del condado de Osage, en Oklahoma, como parte de un acuerdo de culpabilidad, según la oficina del fiscal general del estado.
En el año 2000 Morris fundó la Iglesia Gateway. Ha sido políticamente activo y anteriormente formó parte de la junta asesora evangélica del presidente Donald Trump. La iglesia recibió a Trump en su campus de Dallas en 2020 para una discusión sobre las relaMorris era el pastor principal de la Iglesia Gateway en Southlake, suburbio de Dallas-Fort Worth, donde dirigió una de las mayores megaiglesias del país hasta su dimisión.
Fue acusado a principios de este año por un gran jurado de Oklahoma. En virtud del acuerdo de culpabilidad, Morris recibió una condena condicional de 10 años, de los cuales los seis primeros meses los cumplió en la cárcel del condado de Osageciones raciales y la economía.Gateway Church declinó hacer comentarios el jueves sobre el caso.
El jueves, dos agentes del sheriff escoltaron a Morris, esposado y vestido de traje, a la salida del tribunal.
Los abusos comenzaron en 1982, cuando la víctima tenía 12 años y Morris era un evangelista itinerante que se alojaba en Hominy (Oklahoma) con su familia, según la declaración del fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond. Los abusos continuaron durante los cuatro años siguientes, según la declaración.
La víctima, Cindy Clemishire, que ahora tiene 55 años, dijo en un comunicado que “por fin se ha hecho justicia, y el hombre que me manipuló y abusó de mí cuando era una niña inocente de 12 años por fin va a estar entre rejas”.
“Mi esperanza es que muchas víctimas escuchen mi historia, y pueda ayudar a levantar su vergüenza y permitirles hablar”, dijo. “Espero que las leyes sigan cambiando y que se redacten otras nuevas para proteger mejor los derechos de los niños y las víctimas. Espero que la gente comprenda que la única forma de poner fin a los abusos sexuales a menores es denunciarlos cuando se produzcan o se sospeche de ellos”.
Univision










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