Live!

El curioso ritual en la India donde todos se bañan en excremento de vaca

Información adicional

De acuerdo con la información de los habitantes, esta tradición tiene 300 años de antigüedad.

En la India existen varios rituales que han sorprendido a gran parte del mundo occidental, ya que forman parte de sus creencias, y la gran mayoría de estos eventos tiene objetivos tanto religiosos como espirituales.

En la aldea de Gumatapura, situada en la frontera entre los estados de Karnataka y Tamil Nadu, al sur de la India, se lleva a cabo una de las celebraciones más inusuales y vinculadas al festival de la luz hindú.

Este ritual se llama Gorehabba y se realiza al cuarto día de Diwali. Durante la fiesta, los pobladores recolectan excremento de vaca, lo llevan al templo, lo bendicen y luego lo usan para lanzarse unos a otros.

El Diwali, conocido como el Festival de las Luces, es una de las celebraciones más importantes del hinduismo. Se lleva a cabo durante cinco días, y la edición más reciente fue el pasado 23 de octubre.

El excremento de vaca es bendecido por los sacerdotes

De acuerdo con los pobladores, el ritual de Gorehabba se realiza porque muchos creen que el dios Beereshwara nació del excremento de vaca. Según la creencia, este desecho posee propiedades curativas al provenir de un animal sagrado.

Antes del evento, los habitantes se encargan de recolectar el excremento, que luego es trasladado a los templos donde son bendecidos por los sacerdotes. Posteriormente, se arroja al suelo con el objetivo de crear pilas enormes sobre las que mujeres, hombres y niños caminan y se lanzan el estiércol.

Según la comunidad, esta tradición tiene múltiples beneficios, ya que es un acto de comunión social en el que todos pueden participar sin distinción de edad o condición. Además, es un símbolo de renovación tras el periodo festivo de Diwali; este acto marca un nuevo inicio.

Asimismo, una de las creencias populares es que el excremento de vaca podría tener efectos curativos y protectores, por lo que muchas personas llegan a este lugar con el fin de ser sanadas de las enfermedades que padecen.

Por otro lado, es una forma de preservar una tradición centenaria, ya que los habitantes cuentan que este ritual tiene más de 300 años de antigüedad.