INVENTÓ EN SAN RAFAEL UN RESPIRADOR DE AIRE LIMPIO PERSONAL

Ezequiel Pawelko es ingeniero en Telecomunicaciones, investigador y docente universitario, él es de Buenos Aires pero su familia vive en San Rafael y asegura que ama viajar a nuestro departamento. Justamente el inicio de la cuarentena decretada a nivel nacional lo encontró en San Rafael.

«Trabajo estudiando aerosoles, que son pequeñas partículas en suspensión en la atmósfera que son creadas por la naturaleza o por la actividad del hombre. En mi caso me he dedicado a la erupción de volcanes, teniendo en cuenta que cuando estos erupcionan las partículas se distribuyen el planeta y las mismas son peligrosas por ejemplo para la aviación. Entonces desarrollo instrumentos que son radares láseres para medir en la atmósfera partículas, por eso tengo muchos conocimientos sobre esto del material particulado» comenzó contando Pawelko.

Con esa base de conocimientos, fiel a su espíritu inquieto e innovador, pese a que se encontraba de visita en San Rafael y no tenía acceso a su laboratorio o al de una universidad, puso manos a la obra en un revolucionario proyecto que sirviera para proteger tanto a trabajadores de la salud como a los pacientes con síntomas más graves de coronavirus y así desarrolló un respirador artificial con una capacidad única para bloquear el virus.

Explicó que el primer paso fue ponerse en contacto con personas que se lanzaron a fabricar diferentes productos para pelear contra la pandemia y con profesionales de la salud, personal de seguridad y defensa, quienes le permitieron conocer las necesidades que manifestaban.
Asimismo recopilo información científica respecto al comportamiento y detalles del virus, las limitaciones que demuestran los barbijos y otros elementos de protección de las vías respiratorias.

«Con todos los datos y la bibliografía existente sabemos que la principal vía de trasmisión del virus son las mucosas, es decir que el virus se propaga por el aire y nosotros lo ingerimos por la boca, nariz o las mucosas del ojo. Entonces entendiendo ese problema me puse a trabajar en un sistema específico de protección que pueda desactivar el virus y que sea cómodo para trabajar en diferentes tipos de actividades que estén más en contacto con el virus» explicó el joven ingeniero.

Con diferentes objetos hogareños, ante la imposibilidad de salir a realizar alguna compra ideó el prototipo de este equipo, permite respirar aire libre de impurezas, sin esfuerzo alguno y con una capacidad única de eliminación de virus y partículas. Para su diseño se emplearon principios simples de electrónica, neumática, química e hidráulica permitiendo obtener un sistema práctico, cómodo y portátil.

«El virus tiene entre 50 y 200 nanómetros y mayor probabilidad de transmisión aérea, en gotas de saliva, según la hipótesis más aceptada, que quedarían fijadas en la superficie de un barbijo. Los barbijos no filtran el 100 % de las partículas y deberían desecharse, algo que, debido a la escasez, no ocurre, por lo que pueden tener una carga infectiva importante y andamos transportándolos de un lugar a otro, incluso en hospitales», advirtió a Pawelko.

El aparato utiliza agua y una solución química inocua para desactivar patógenos presentes en el aire. Presenta ventajas distintivas como su posibilidad de reutilización, bajo costo de mantenimiento y evita el tratamiento de residuos biológicos.

«El producto toma aire del ambiente, que podría estar contaminado, y lo transmite a un recipiente con un líquido que tiene disuelto un tensioactivo, que son moléculas que desarman el virus al romper la membrana que lo protege. El aire pasa por un filtro e ingresa limpio a un pequeño «pulmón», que es una bolsa que lo acumula para facilitar la respiración», explicó Pawelko.

Este respirador hidráulico pretende ser una solución universal alternativa diseñada para responder a los problemas técnicos y operativos reportados en las actividades profesionales que se encuentran manejando la pandemia de COVID-19. Además, puede ser enteramente construido en el país.

Fuente:mediamendoza.com