martes, abril 16, 2024

Héctor Torres: «La Argentina necesita un nuevo acuerdo con el FMI, pero que se pueda revisar periódicamente»

Para el exrepresentante argentino ante el organismo, lo pactado durante el gobierno de Macri estuvo «mal hecho». Anticipa una negociación complicada y la necesidad de reformas estructurales.

Después del acuerdo con los bonistas extranjeros y el canje local, el ministro Martín Guzmán deberá sentarse a la mesa de negociación con el FMI. Héctor Torres, exdirector ejecutivo ante el organismo internacional entre 2016 y 2017, advierte que el país “no puede reproducir” el acuerdo que había hecho Mauricio Macri porque estuvo “mal hecho”. “Deberíamos ir a un acuerdo de facilidades extendidas que nos permita estirar a lo largo de 10 años los repagos, porque la situación es bastante más complicada” que en 2018, le dijo Torres a Ámbito desde Ginebra, donde se desempeña como Senior Fellow de CIGI.

Héctor Torres: Eso es cierto en la teoría, en la práctica no necesariamente es así. Un programa stand by es más corto, porque es para países que están en problemas coyunturales. Ahora, en la práctica nada impide que un stand by tenga alguna condicionalidad estructural. Los acuerdos de facilidades extendidas son para países que normalmente tienen problemas estructurales, que tienen problemas que vienen de lejos y requieren cambios. No se arreglan levantando la tasa de interés, devaluando, ahorrando un poco de dinero o aumentando algún impuesto. Son cambios que requieren actividad legislativa y siempre tienen costos de corto plazo y beneficios de mediano plazo. Para que puedan implementarse de una forma socialmente aceptable hace falta implementarlos de a poco, morigerar los costos y para eso el FMI inventó las facilidades extendidas que permite a los países hacer esos cambios estructurales y los financia durante un período largo.

P.: ¿Los tiempos del FMI y los tiempos de la Argentina son los mismos?

H.T: Hay una especie de descalce. Vos necesitás el dinero rápidamente para poder pagarle al propio FMI pero no podés cambiar las variables o asegurar la sustentabilidad de la economía en dos o tres años. Vas a poder empezar a hacer los cambios, pero no vas a poder completarlos. Ese descalce se debe a que Macri consiguió que le concentraran la mayor parte del crédito en el primer año y medio del programa, que en ese momento coincidía con su primer mandato. Hay que conseguir que el Fondo preste la plata rápido pero a su vez acepte que toda la condicionalidad se haga a largo plazo, no se puede concentrar. No es cumplible concentrado.

P: Usted habla de problemas estructurales, ¿cuáles son?

H.T: Es evidente que cada vez que la economía argentina crece terminamos en un déficit de cuenta corriente. Las exportaciones crecen mucho menos que lo que crecen las necesidades de importación y terminamos con un déficit de cuenta corriente que financiamos con deuda hasta que no se puede financiar más. La única forma de generar un superávit que tenemos es la recesión. Y obviamente una economía en recesión no es una economía sustentable y tampoco deseable. De modo que tenemos un problema estructural.

P: ¿Cuáles son las “reformas estructurales” que puede reclamar el Fondo?

H.T: El principal cambio que nos hace falta es tratar de ponernos de acuerdo de políticas económicas de consenso en la Argentina que no vayan a cambiar en 180 grados cada vez que cambie el gobierno. Ahora, el propio ministro Guzmán dice que tenemos un problema de competitividad. Esa es la razón por la cual cada vez que crecemos terminamos endeudados. Eso se viene repitiendo cada 10 años o a veces bastante menos que tenemos una crisis de balanza de pagos. Para darle competitividad a la economía necesitás cambios fiscales, impositivos, favorecer la reinversión de utilidades, cambios de infraestructura (física y digital), favorecer la creación de empleo, es decir, cambios laborales. Incluso reconciliar el envejecimiento de la población, que es una buena noticia, con que hay cada vez menos trabajadores activos en comparación con los pasivos. Todo eso lleva tiempo. Hay mucha necesidad de consensos políticos y sobre todo hay mucha calibración respecto de la oportunidad, porque hay cambios que podés hacer únicamente cuando la economía está creciendo. Agregar flexibilidad laboral en un momento en el cual la economía no está creciendo podría transformarse en una oportunidad para más despidos. De modo que tenés que ver cuándo hacés esos cambios.

P: ¿Cómo piensa que debería ser el acuerdo?

H.T: Estamos en una situación de extrema incertidumbre internacional a la cual se agrega nuestra propia incertidumbre endémica. Argentina es un país muy poco previsible. Con tanta incertidumbre no podés tener un acuerdo que no prevea salvaguardias que te permitan flexibilizarlo e irlo adaptando. Tiene que ser un acuerdo vivo, que se vaya revisando periódicamente para que no termines pidiendo waivers o perdones cada tres meses. Hace falta un acuerdo vivo más que una letra escrita, no es un acuerdo normal el que nos hace falta.

P: Sergio Chodos advirtió que van a ser negociaciones duras. ¿Qué piensa sobre esa advertencia del Gobierno argentino?

H.T: Yo no leí lo que dijo Chodos. Son negociaciones complicadas porque con el Fondo no se habla de estirar plazos o de tasas de interés ni quitas. Se habla de qué va a hacer el Gobierno para poner la economía de nuevo en marcha, cómo el gobierno piensa generar un excedente fiscal que permita repagar la deuda con el Fondo y con los privados. De modo que esas discusiones que incluyen cambios en la conducción de la economía argentina son siempre muy complicados y en este momento probablemente más porque no sabemos dónde estamos parados y ni cuándo termina esto.

P: ¿En cuánto tiempo después de solucionar lo que tiene pendiente Argentina podría pensar en acceder a los mercados internacionales de crédito?

H.T: Es difícil de decir. Por el momento no veo posibilidad. Por un lado el acuerdo con el Fondo, el Club de París y con los privados despeja un poco el panorama externo y esperemos que eso esté listo para fines del primer trimestre del año que viene. Con lo cual por ese lado podrías decir: sí, tal vez podríamos acceder. A su vez la ventaja que tenemos es que el mundo está inundado de liquidez. Estás viendo que los mercados bursátiles suben pese a que la economía está recesión. Hay una necesidad de invertir esa liquidez y eso genera una oportunidad. Pero todavía estamos un poco lejos de ver esa salida. Creo que un acuerdo con el Fondo va a ser muy importante para acceder a un mercado de capitales de nuevo.

P: ¿Qué piensa de la discusión fiscal?

H.T: Este año, según las estimaciones, el déficit se calcula entre un 8% y 10%. Yo no creo que nosotros estemos en capacidad de comprometernos a tener un equilibrio fiscal el próximo año, me parecería muy difícil, muy ambicioso. Y obviamente vas a necesitar no solo un equilibrio fiscal sino un superávit, porque de lo contrario de dónde vas a sacar la plata para pagar. Es una negociación complicada, pero no creo que sea por un problema de perversidad del FMI. Si acá hay algo perverso es el acuerdo que firmó Macri, que concentró los desembolsos en un período muy corto y ahora vienen las cuentas en un período muy corto.

Fuente:ambito.com

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