“Recibimos a @mariuvidal, conversamos sobre el trabajo que estamos realizando en Vicente López para enfrentar la pandemia y de cómo seguir trabajando en la unidad y consolidación de @juntoscambioar en la Provincia de Buenos Aires”, fue el tuit cálido que posteó Jorge Macri tras el encuentro cordial con la exgobernadora.
Sin embargo, no pasaron las horas que los viejos recelos y la desconfianza que siempre reinó entre ambos dirigentes, volvieron a estar en el centro de la disputa en el PRO, en lo que es un año electoral trascendental para el 2023.
Las internas de Juntos por el Cambio se calmaron al ritmo de la pandemia, pero nunca dejaron de estar. Con el cierre de listas electorales para este año en la agenda principal, las definiciones se acercan y las candidaturas que sean las caras visibles de la boleta son motivos de rispideces.
Desde el entorno de Jorge Macri dejaron trascender que en el encuentro con Vidal se habló sobre el tablero electoral legislativo, pero -para sorpresa y molestia de otros sectores- deslizaron que creen que el Frente de Todos tiene grandes chances de ganar la elección.
Ese dato revelador no fue nada al que siguió después. Desde Vicente López dejaron trascender que si aunque Vidal fuese candidata cabeza de lista “se pierde con más o menos margen”. “María Eugenia no quiere volver a perder y acumular una segunda derrota”, lanzaron.
Esas declaraciones subterráneas cayeron muy mal en el entorno de Vidal. Dato no menor, hasta el fin de semana, la exgobernadora era una fija para ser candidata a Diputada Nacional por Juntos por el Cambio.
“Ella nunca especuló con sus candidaturas”, respondieron airosos, ante CRONOS, desde el círculo político más cercano a Vidal. Pero no se detuvieron ahí y apelaron a retrucar con mucha ironía: “Jorge podría ser candidato este año. Pero él no quiere porque no tiene casi ninguna chance de ganar”.
La mayoría de las encuestas, por ahora, sostienen que el Frente de Todos ganaría la elección legislativa, aunque con un dato llamativo: un porcentaje de más del 20 por ciento que “no se siente representado” ni por el oficialismo, ni por Juntos por el Cambio.
La postura derrotista, el fuego cruzado interno y las chicanas generan un interesante dilema para Juntos por el Cambio. ¿Quién pone la cara en una boleta con serias chances de perder?
Por ahora, la única que lo dijo en público es Elisa Lilita Carrió.
El clima no es el mejor en la cúpula del PRO. En Juntos por el Cambio saben que sin una buena elección en 2021 no hay 2023. Por ahora, las fotos públicas muestran unidad y consenso, pero por lo bajo las tensiones comienzan a subir de voltaje.
Por Juan Alfaro (ALFA)
