Todesca admitió la posibilidad de aumentar el impuesto. «Debería revisar la historia para no cometer los mismos errores», dijeron.
Las declaraciones de la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, encendieron las alarmas en el sector agropecuario. La funcionaria adelantó que en el Gobierno evalúan la posibilidad de aumentar las retenciones para frenar la suba de precios de los alimentos.
En la Casa Rosada admiten que los dichos de Todesca sirven más bien como una especie de sondeo o «globo de ensayo» para medir la reacción, no sólo del campo, sino también de la opinión pública en general ante una medida de tales características.
Como era de esperar, la reacción de los dirigentes rurales fue completamente negativa. Si bien algunos prefirieron no opinar sobre supuestos, otros se animaron por lo bajo a adelantar que si se toma la medida se vendrá una «nueva 125» contra el Gobierno.
Matías de Velazco, presidente de CARBAP, dijo que «se sabe que no hay paciencia en el campo para tolerar estas medidas kirchneristas de manejo de mercados», en referencia al último cierre de exportaciones de maíz que terminó en un cese de comercialización.
«El alto valor de los alimentos es en gran parte por los impuestos. El problema en la Argentina es el Estado. La solución a los problemas no es poniendo más impuestos a los productores. Sería un error del Gobierno si lo hace», agregó de Velazco.
Entre 2007 y 2015, tanto el trigo como el maíz, pagaron más de 20% de retenciones.
Entre 2016 y 2017 Mauricio Macri decidió eliminar el impuesto para luego reinsertarlo en torno al 10%. Con la llegada de Alberto Fernández la alícuota subió al 12%.
El dato es que una vez que se eliminaron las retenciones las producciones de trigo y maíz se duplicaron en la Argentina. La del cereal acaba de culminar en 17 millones de toneladas y la del grano se ubicará en 47 millones de toneladas, según datos oficiales.
Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria (FAA), advirtió que «se trata de una receta ya probada que no dio resultados y que generó un amplio rechazo entre los productores. Todesca debería revisar la historia para no cometer los mismos errores».
«Si el Gobierno quiere preservar el acceso a los alimentos en las góndolas, debe valerse de la Defensa de la Competencia, para ver dónde están los que ganan siempre, que o somos nosotros, o también revisar la enorme carga impositiva», indicó Achetoni.
Como sea, el Gobierno tiene margen para aumentar las retenciones de trigo y maíz del 12% al 15% sin necesidad de pasar por el Congreso. En caso de intentar subir el impuesto por encima del 15% debería llevar la decisión al ámbito legislativo.
Los dichos de Todesca también generaron el rechazo del presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto. «Las retenciones desalientan la producción y reducen las inversiones en el sector; sería una muy mala señal», comentó el dirigente mendocino.
