El Papa firmó el pasado 23 de mayo un documento donde prometió tolerancia cero ante la pederastia de los curas, reconoció los daños causados y espera que al tipificar el delito se logre «prevenir daños mayores y sanar las heridas causadas por la debilidad humana».
De esta manera, se modificó el Código de Derecho Canónico promulgado por el papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983. Por lo tanto, los delitos contra menores por parte de sacerdotes serán tratados por la sección titulada «Delitos contra la vida, la dignidad y la libertad humana».
En la misma línea se incluye ahora «el delito contra el sexto mandamiento del Decálogo con un menor o una persona habitualmente afectada por el uso imperfecto de la razón o con una persona a quien la ley reconoce una protección similar».
También será sancionado el sacerdote que induzca a un menor a «participar en exhibiciones pornográficas» o que conserve imágenes de pornografía infantil (sanción que puede llegar a la expulsión de la Iglesia).