miércoles, abril 24, 2024

El éxodo de la clase media, otra falacia de la derecha

El año en que la ONU informó más argentinos viviendo fuera del país fue en 2019, el último del gobierno de Macri.

Hay pocas cosas más falaces en el debate público que tomar un caso individual y sostener que representa un fenómeno social. Hace varios meses que los medios de comunicación del establishment han decidido publicar de modo sistemático artículos que supuestamente muestran un éxodo de argentinos de clase media. Esto, por supuesto, sería provocado por el retorno al gobierno de la abominación peronista. Los datos duros derrumban el relato y muestran que fue durante el ciclo macrista que hubo más argentinos viviendo en otros países.

Estos artículos, entre otras cosas, tienen la intención de asociar el proceso político argentino con el complejo devenir venezolano luego de la muerte de Hugo Chávez. En Venezuela se han reunido varios factores. El bloqueo económico y político impulsado por Estados Unidos; el giro autoritario del chavismo; la  estrategia opositora-siempre antidemocrática- de apostar a una intervención militar extranjera. El combo se tradujo en el trágico éxodo que los países de la región conocen.

Las notas que ilustran el supuesto exilio de la clase media local son curiosas. Clarín publicó el pasado 6 de febrero: “Por el exilio, la crisis y una caída de la demanda, aumentó un 70% las casas en venta en Zona Norte”.La “zona” es un dato. Es donde se concentran más familias con alto poder adquisitivo. La Nación, el 9 de febrero, sostuvo: “La Historia de Horacio Biga, el argentino que se fue a Paraguay buscando un país serio y desarrolló un negocio millonario”.

Con el respeto que merece cualquier país latinoamericano, hay que dar algunas cifras que el tradicional diario omite. En Argentina viven más de 600 mil paraguayos, según la Dirección Nacional de Migraciones. Las cifras de la ONU indican que en Paraguay hay 58 mil argentinos. A esto hay que agregar que Argentina tiene 45 millones de habitantes y Paraguay 6,5 millones. ¿Qué quiere decir? En términos absolutos, hay 10 veces más hermanos paraguayos en Argentina que argentinos en Paraguay. Y en relación a la cantidad de habitantes, la relación es de 90 a 1. ¿Son todos tontos? ¿No será que hay más posibilidad de progreso aquí que en el país hermano?

Este tipo de diferencia se encuentra tomando los datos de cualquier país vecino. En el caso de Chile, la diferencia es de 3 a 1, en términos absolutos, y de 6 a 1 si se toma la cantidad de habitantes. Respecto de Uruguay, en Argentina viven 130 mil uruguayos y los argentinos radicados en el otro lado del Río de La Plata son 20 mil. En términos absolutos la diferencia es de 6 a 1 y por cantidad de habitantes de 60 a 1.

No son cifras para cuestionar que la Argentina siga siendo, sobretodo, un país receptor, al contrario. Es para mostrar el nivel de falacia de esta línea argumental de la derecha.

La saga de notas incluye triunfos individuales de lo más extraños. Hay ingenieros que se hacen ricos vendiendo empanadas en Malasia. Podría haber un físico nuclear que triunfa en Nepal preparando  chocotortas. Quizás las historias sean reales. Se presentan como un fenómeno social y eso es falso.

Los políticos opositores se suben al tren. La diputada nacional del PRO, Silvia Lospennato, publicó en su twitter el pasado 23 de febrero: “Hoy despedí otra familia que se va del país. En 2001 se iban mis compañeros de la Facu, todos pibes que pensaban en volver. Hoy se van familias y cuando te llevas a tus hijos es porque no tenés esperanza en tu país. Muy triste”.

Para Lospennato o cualquier otra persona, es doloroso despedir amigos. Ella puede compartir su sentimiento si quiere. El punto cuestionable es usar políticamente el caso personal, presentándolo como fenómeno social y sembrar desánimo.

Los datos duros desmienten todo el relato. Las cifras indican que, como en tantos temas, el macrismo proyecta lo que en realidad ocurrió durante su gobierno. ¿Cuál fue el año en el que hubo más argentinos viviendo en el exterior según Naciones Unidas? El 2019, el último de la gestión de Mauricio Macri. La ONU informó 1.013.414 argentinos en diversos países. Equivalía al 2,26 por ciento de la población. La mitad de ese total se repartía en partes casi iguales entre Estados Unidos y España. En 2015, último año del gobierno de CFK, la ONU había informado 946 mil argentinos en otros países. Durante el gobierno de Cambiemos los argentinos que viven afuera aumentaron en casi 70 mil.

Sería caer en las mismas mentiras que aquí se cuestiona sostener de modo lineal que el dato es producto del daño que provocaron las políticas de Mauricio Macri. Las corrientes migratorias tienen causas múltiples. La globalización hace que cada vez circule más gente y se mude de país. No es tan fácil explicar el fenómeno.

Los indicadores del 2020 son más lapidarios respecto de este relato de la derecha. El INDEC informa un descenso del 78% de argentinos que salieron al exterior por el motivo que fuere. ¿Es porque la situación está siendo maravillosa? Jamás podría serlo durante una pandemia. Es porque todos los países cerraron fronteras y suspendieron ingresos para tratar de aminorar la circulación del Covid. Resulta imposible que en ese contexto crezcan las migraciones. Se derrumbaron en todo el planeta.

 

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