El presidente de la Nación, Alberto Fernández, en las últimas horas de este jueves aprobó la compra del nuevo Tango 01 por 22 millones de dólares, decisión administrativa que se publicará mañana en el Boletín Oficial.
Tras el visto bueno del primer mandatario, el Gobierno nacional deberá depositar USD 22.230.000 en una cuenta de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo que depende de Naciones Unidas, y entregar el viejo Tango 01, valuado en casi USD 3 millones.
Luego de la transferencia a la OACI, se firmará el contrato y el último paso es la inspección pre compra (PPI) por parte de las autoridades nacionales. “No es un tema menor, en ese tipo de inspecciones pueden aparecer sorpresas”, advirtió una fuente del mercado aeronáutico.
Según trascendió, la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Julio Vitobello, definió que el financiamiento del nuevo Tango 01 saldrá, en principio, del Tesoro Nacional. Posteriormente, según la entidad estatal, el nuevo avión se pagará con un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF) por 12 millones de dólares.
La aeronave elegida por el Gobierno, que si pasa la inspección podrá estar disponible para enero, es un Boeing 757-256 identificado con la matrícula N7575AG. El avión tiene capacidad para 39 pasajeros, un dormitorio principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones.
A diferencia del Tango 01, la nueva aeronave presidencial, que el año que viene usará Alberto Fernández y su comitiva oficial para sus vuelos nacionales e internacionales, puede volar sin escalas hasta Europa o Estados Unidos.
Desde el punto de vista técnico, los expertos de Presidencia aseguran que es un avión fabricado en el 2000 (el Tango 01 es de 1992), que tiene winglets (aletas que se sitúan en la punta del ala y reducen el consumo de combustible), y que posee un sistema de iluminación y de humidificación de la cabina más moderno de lo requerido.
“Es un avión de excelentes cualidades operativas por su gran velocidad, techo de servicio, autonomía, potencia, fuselaje medio, lo que permite una correcta distribución de los ambientes necesarios para el traslado presidencial”, detalla un informe técnico elaborado por la gestión nacional.
En esa línea, el documento destaca que “a esto se debe sumar que el personal técnico que realiza el mantenimiento aeronáutico en Presidencia de la Nación, posee más de 25 años de experiencia en este modelo de aeronave”.
Actualmente, el Tango 01 está parado desde 2015. Durante el Gobierno de Mauricio Macri existieron varios intentos frustrados para comprar otro avión: la primera licitación ante la OACI se cayó por las internas dentro de la gestión nacional y la segunda por la realidad económica del país.
Cuando llegó Alberto Fernández a la Casa Rosada, los responsables de la flota presidencial recomendaron reparar el avión con una inversión estimada entre USD 12 y 15 millones. Los trabajos previstos incluían la “rectificación” de los motores, la pintura exterior, reparar el tren de aterrizaje, la actualización de la unidad de adquisición de datos de vuelo (DFDAU) y del software del sistema de comunicación digital de abordo, entre otras cuestiones.
En tanto, la OACI desaconsejó la reparación por las dificultades para conseguir las piezas y por el tiempo que lleva parado y recomendó la opción de un “exchange”, que significa cambiar el avión por uno similar, de la misma marca y modelo.
Fue así que, en abril de 2022 se lanzó una licitación internacional donde se presentaron solo tres oferentes y uno solo cumplía con todos los requisitos. Pese al enorme costo político, Alberto Fernández decidió comprar el nuevo Tango 01 antes de dejar el sillón de Rivadavia.
Los cuestionamientos a la compra del nuevo Tango 01
En los últimos días, luego de que el Gobierno decidiera comprar el nuevo Tango 01 por 22 millones de dólares, tanto empresas del mercado de aviones como funcionarios nacionales cuestionaron la inversión en la aeronave.
Por parte del mercado de aviones, se criticó la aparición de una empresa intermediaria en el vehículo nacional. Esto ocurre porque la aeronave elegida está a nombre de Validus Aviation LLC, pero en la licitación aparece C&L Aviation Group, una empresa con sede en Maine (Estados Unidos).
En sintonía, el exdirector de la agrupación aérea de la Presidencia de la Nación, Roberto Arostegui, repudió la decisión de Alberto Fernández de elegir al Boeing 757 como avión presidencial. “El B757 se dejó de construir hace 22 años, sus motores son de vieja tecnología y Aerolíneas no está habilitada para hacer mantenimiento mayor en ese avión”, sostuvo el exfuncionario del Gobierno nacional.
Fuente:diputadosbsas
