jueves, marzo 28, 2024

Efecto cuarentena: en Mendoza creció 25 % el consumo de pastillas para dormir

a melatonina, un inductor del sueño de venta libre, es el psicofármaco «estrella» en este contexto de encierro, confirmaron desde el Colegio de Farmacéuticos a Unidiversidad. El miedo al contagio por coronavirus en consultorios médicos, acrecentó su demanda sin prescripción.

Los cambios en la vida social e individual de millones de personas, producto del coronavirus, ha implicado, además de la derivación en situaciones de estrés, ansiedad, nerviosismo, confusión, miedo y culpa, una modificación de su habitual descanso nocturno o diurno.

Frente a este horizonte, muchas personas afectadas debieron apelar a productos conocidos y de venta libre en farmacias (comercio esencial que nunca cerró) para conciliar el sueño como: zopiclona, clonazepan, melatonina, entre otros.

Al respecto, la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) redactó un nuevo informe realizado a lo largo del primer semestre de 2020 en el cual se hace un análisis de las dispensas en unidades, discriminadas por su condición de venta (venta bajo receta o receta archivada y venta sin prescripción). En el mismo, se indicó que las fórmulas vitamina C, anti-obesidad, pastillas para dormir y ansiolíticos figuran entre los medicamentos con mayor demanda.

En ese sentido, y para entender la problemática que se avizora, desde el Colegio Farmacéutico de Mendoza alertaron sobre el incremento pronunciado que, desde marzo a esta parte, se dio en el consumo de psicofármacos orientados comúnmente al tratamiento de trastornos de ansiedad o sueño.

“A principios de año, el clonazepam, zopiclona, lorazepam aparecían a la cabeza de los medicamentos bajo receta de mayor venta. Luego le seguían  la melatonina que es otro ansiolítico pero de venta libre. Sin embargo, de marzo en adelante eso dio un giro rotundo”, expresó a UnidiversidadRicardo Aizcorbe, miembro del Colegio de Farmacéuticos de Mendoza.

Desde la entidad farmacéutica afirman que la baja en las consultas médicas, consecuencia del miedo al contagio por coronavirus, aumentó la demanda de los ansiolíticos de venta libre: “Conforme fue pasando la cuarentena se empezó a notar una menor demanda en ansiolítico con prescripción medica y un alza en productos naturales para conciliar el sueño como la melatonina que no requiere de ninguna prescripción. A esto debemos sumar que el perfil del consumidor no supera los 45 años y eso alarma mucho a nuestra entidad. Ver gente muy joven consumiendo productos para dormir nos preocupa”, afirmó Aizcorbe.

Además,  desde el colegiado aseguran que el consumo de psicofármacos aumentó cerca de un 7% en el interanual (agosto 2019- agosto 2020) y que se redujo un 80% la venta en antibióticos y antigripales. “Esto es un claro ejemplo de lo que se está viviendo producto de la cuarentena. La gente ya no consulta al médico y ha optado por la automedicación. Para tener noción de esto, en  los meses de enero, febrero y marzo, la demanda del clonazepam como de la melatonina no superaban un 7% en las farmacias. En los meses de abril, mayo, junio y julio, solamente la melatonina alcanzó un incremento del 14%. En agosto, este mismo medicamento,  acumula un incremento del 4% en su demanda. Si sumamos los nueve meses, la melatonina aumentó casi un 25% su demanda ”, detalló el farmacéutico.

Clonazepam y melatonina: qué son y qué causan estos medicamentos de moda

Estos fármacos, de la familia de la benzodiacepinas, explica Aizcorbe, actúan potenciando un mecanismo de inhibición natural del cerebro que proporciona alivio ante una excesiva activación sin embargo su uso prolongado produce dependencia y a largo plazo podrían aumentar el riesgo en la salud de la persona.

“Los hipnóticos no sólo inducen el sueño sino que aumentan el tiempo de sueño y disminuyen los despertares nocturnos. En la actualidad también se emplean como hipnóticos algunos antihistamínicos, fármacos utilizados también en las alergias, y una nueva presentación de la melatonina, una hormona natural que promueve el sueño nocturno, cuya liberación es prolongada”, afirmó el especialista.

Y agregó: «Son fármacos bien tolerados y seguros si se toman en periodos de tiempo cortos como dos a cuatro semanas en el caso de su indicación como hipnóticos o de dos a tres meses si se toman como ansiolíticos, pero en periodos de tiempo más prolongados pueden ocasionar problemas. Y el problema está, sin embargo, en que existe un gran número de personas que toman benzodiacepinas más allá de este periodo hasta durante años. Cuando estos usuarios prolongados dejan de tomar las benzodiacepinas se presenta un síndrome de abstinencia con síntomas como excitación, ansiedad, convulsiones. Incluso en altas dosis, la muerte”.

Entonces, ¿Cómo evitarlos para dormir bien y no caer en el insomnio durante la cuarentena?

Uno de los factores más significativos en los trastornos del sueño y del insomnio, asegura la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, es que no existen horarios establecidos para iniciar el sueño. Además se afirma que este es una necesidad básica de cualquier ser vivo. Influye en la regulación de energía del cuerpo humano, desarrollo del sistema nervioso, consolidación de la memoria, regulación del humor, irritabilidad y ansiedad. La importancia de la calidad del sueño es vital, ya que interviene en la vida social, laboral y escolar de un individuo.

Desde la entidad también señalan que el 10% de la población mundial padece problemas de sueño y el 5% se automedica diariamente y no acude a un especialista en desorden del sueño.

Por otro lado, la psiquiatra, Analía Maidana consideró el insomnio como la dificultad para iniciar el sueño, para mantenerlo o cuando el sueño resulta no reparador, acompañado de algún tipo de deficiencia durante el día. “Entonces, al saber esto, se advierte que es algo que probablemente ocurre u ocurrió más de una vez en la vida de las personas, pero que quizás no se le dio la importancia que merece”, expresó.

“El insomnio crónico, el trastorno de sueño más frecuente, es más que sólo agotador”, afirmó la especialista y sumó: “Además,  el sedentarismo y comer a deshora, los cambios de hábitos a los que nos hemos visto obligados también lo perturban. Hacer higiene del sueño, cumplir unas rutinas y eliminar distractores antes de ir a la cama puede funcionar. El ruido y la luz, por ejemplo, son factores que afectan los ciclos del sueño; prender el televisor o el celular no ayuda, pues la luz led y la azul de las pantallas pueden suprimir la producción natural de melatonina, la hormona que produce el cuerpo para ayudarnos a dormir. Por eso, es tan importante tener una buena higiene del sueño”, concluyó la doctora en psiquiatría.

En tanto, para Noelia M. Chade, Docente y Médica Neuróloga, el contexto actual de desorden, cambios de horarios y hábitos pueden impactar en el sueño. Asimismo pueden generar niveles elevados de ansiedad, cambio en las conductas alimentarias, aumento de hábitos tóxicos, entre otros.

“Ante la dificultad de mantener una organización adecuada de los horarios lo que implica si tenemos que hacer tareas laborales, de la casa, compras, las tareas escolares,  el día no nos alcanza y los horarios de ir a dormir se extienden a altas horas de la noche y madrugada. A ello debemos sumarle que la aparición de pensamientos catastróficos relacionados con la pandemia sumado a altos niveles de estrés y ansiedad  generan que el sueño se vea afectado”, detalló Chade y remató: “La privación de sueño podría generar aumento de placas beta amieloide en el cerebro que es el mecanismo de generación de la enfermedad de Alzheimer que podría comenzar muchos años antes en la juventud antes de que se presente la clínica típica de esta enfermedad”.

En medio de esta pandemia, según las especialistas en psiquiatría y neurología, es importante tener en cuenta ciertos hábitos naturales para vencer al insomnio en tiempos de coronavirus:

  • Mantenga una rutina diaria con horarios diarios para levantarse y acostarse.
  • Exponerse a la luz solar en la mañana para ordenar nuestro reloj biológico
  •  Evitar o minimizar el consumo de cafeína: El café, bebidas gaseosas o energizantes tienen cafeína que producen un efecto estimulante que permanece varias horas en el cuerpo.
  • No fumar ni tomar alcohol: Al igual que la cafeína, la nicotina también es un estimulante que puede dificultar el sueño durante la noche.
  • Hacer ejercicios físicos: Ejercitarse de forma regular aunque sea en el balcón, terraza, patio o bien en una habitación cerrada, pero no hacerlo poco antes de la hora de acostarse. Aquellos que no ejercitan su cuerpo son más propensos a padecer insomnio.
  • Evitar comidas abundantes antes de irse a dormir: El factor alimenticio juega un papel preponderante en el sueño. Las dietas por demás abundantes en la noche atentan contra la posibilidad de un descanso satisfactorio. En lo posible, hay que terminar la cena algunas horas antes de irse a acostar y no tomar mucho líquido cerca de la hora de ir a dormir.
  • Evitar el uso de pantallas: Teléfonos, tabletas, computadoras e incluso la televisión) antes de acostarse. La luz azul de las pantallas suprime la producción de la melatonina, lo que retrasa el inicio del sueño.

    Fuente:unidiversidad.com.ar

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